La encuesta de victimización elaborada por el Departamento de Estudios de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Chile (CNC) reveló que el 60,1% de los establecimientos comerciales del Gran Santiago han sido víctimas de delitos la primera mitad del 2024, siendo el hurto hormiga el delito más común, afectando al 27,3% de los encuestados.

Al respecto, Verónica Pérez, presidenta de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo de la Región Metropolitana, SIDECO A.G., declaró: “Es fundamental que las autoridades comiencen a escuchar a los comerciantes y tomen en cuenta nuestras preocupaciones. Este panorama refleja la urgencia de implementar medidas realmente efectivas que aborden la crisis de seguridad que vivimos no solo en la Región Metropolitana, sino a lo largo del país”.

Respecto de la percepción de seguridad del barrio donde se ubica su negocio, el 46,5% de los encuestados dijo sentir que es poco o nada seguro. A esto se suma que un 45,4% de los encuestados dice que la violencia con que atacan los delincuentes es mayor que hace un año.

Esta sensación varía según la zona geográfica: en el sur oriente, el 61,2% de los comerciantes considera su entorno inseguro, mientras que en el norponiente la cifra es del 59,4%. En el sur poniente, el 55,7% comparte esta preocupación, y en el nororiente, donde se reporta la menor percepción de inseguridad, el 18,8% aún se siente vulnerable.

Las opiniones sobre las autoridades también son críticas. Un 86,6% de los comerciantes se muestra insatisfecho con el desempeño de los Tribunales de Justicia, seguido por el Ministerio Público (79,8%), el Congreso (77,9%) y el Gobierno (75,8%). En contraste, Carabineros y la Policía de Investigaciones (PDI), reciben una valoración más positiva, con niveles de satisfacción del 61,1% y 58,8%, respectivamente. Sin embargo, la insatisfacción con la Seguridad Municipal ha aumentado, con un 36% de los encuestados expresando su descontento, una subida del 14,3% en comparación con la medición anterior.

Mirando hacia el futuro, las expectativas son sombrías: un 49,7% de los comerciantes anticipa un aumento de la delincuencia en los próximos seis meses, mientras que un 36,1% cree que la situación se mantendrá igual y solo un 11,6% espera una disminución.